
La dependencia emocional es la construcción de vínculos afectivos basados en la dependencia y la necesidad excesiva por el otro, que se asocia a una baja autoestima, busca reemplazar una carencia afectiva del pasado y cubrir necesidades emocionales insatisfechas de manera desadaptativa. Esto trae como consecuencia que exista una asimetría en la relación, pues uno de ellos muestra conductas adictivas, desproporcionadas e inadecuadas hacia el otro.
El desarrollo de la dependencia emocional hacia la pareja está relacionado con el estilo de crianza autoritario. Este estilo de crianza está marcado por una relación de sobreprotección y dependencia hacia los padres, no se generan espacios para que el infante pueda desarrollar comportamientos autónomos e independientes, se construyen apegos inseguros, caracterizados por la ansiedad y el miedo constante a la separación de la figura paterna. Mientras que, en la adolescencia temprana, si los padres obstruyen la capacidad de construir y conocer su propio ser, sus intereses y habilidades, crecerá la probabilidad de que la persona establezca dependencia emocional hacia los demás.
La etapa final de la adolescencia es un periodo crítico donde se experimenta el despertar de las emociones y los sentimientos hacia la pareja, así como la entrega incondicional hacia ella. Los mitos románticos, que muchas veces hablan de la idealización del noviazgo, de un amor desmedido y disfuncional, como el de la media naranja, el cual nos hace sentir incompletos y nos mueve a buscar al otro para rellenar ese “algo” que nos hace falta. La suma del amor desaforado que se vive en la juventud y la poca capacidad de discernir entre la realidad y la fantasía pueden llevar a crear relaciones interpersonales basados en la dependencia.
Señales de la dependencia emocional
Ansiedad o miedo exagerado a la separación
Puede que a veces utilicemos la frase como exageración, pero la persona dependiente emocionalmente la mayoría de las veces piensa y dice que “sin él/ella no puedo vivir”; “no sé qué hacer si me deja”. Imaginarse que algún día la relación pueda terminar le genera una profunda angustia y tristeza, por ello, busca y necesita estar todo el tiempo a su lado para sentirse tranquilo y feliz. Además, tiene una fuerte sospecha de que el otro terminará la relación en algún momento, lo que le genera un profundo malestar.
Idealiza al otro
La persona dependiente ve a su pareja como un dios, no existe aspecto negativo en él, sobrevalora sus cualidades y lo idealiza como un ser perfecto, por lo tanto, no escucha críticas negativas que los demás señalen y exige que sea reconocido como un ser supremo sin defectos. Idealizar al otro trae como consecuencia que la persona dependiente infravalora sus cualidades y deseos.
Complace en todo para evitar conflictos
Debido a la angustia y al miedo irracional que tienen las personas dependientes al pensar que la relación puede terminar en algún momento, hacen lo posible y hasta lo imposible por complacer en todo a su pareja para evitar situaciones de conflictos, peleas, discusiones o cualquier acto que ponga en riesgo la relación. Esto trae como consecuencia que la persona dependiente realice actividades que no son placenteras para ella, incluso que las considere inapropiadas y pide perdón de manera excesiva a pesar de no ver el error.
Miedo a la soledad
Las personas con dependencia emocional ven la soledad como un evento desafortunado en sus vidas, no se imaginan su existencia sin la otra persona y evitan a toda costa los momentos a solas, por esta razón buscan estar en compañía de la persona en todo momento, prefieren continuar con la relación a pesar de no sentirse cómodos con ella y pasar por el angustioso momento de la ruptura.
Se aleja de los amigos y familiares
Cuando los familiares y amigos identifican algún aspecto negativo en la relación o en la pareja y se lo hacen saber, la persona dependiente rechazará cualquier crítica que no sea positiva, así como las recomendación o consejo, hasta el punto de separarse de ellos, pues considera que lo hacen solamente para perjudicar la relación. Por otro lado, el tiempo excesivo que le dedica la persona a su pareja, hace que la relación con sus amigos y familiares se deteriore por los pocos momentos que comparte con ellos.
Baja autoestima e inseguridad
El sentimiento de desvalorización predomina en las personas dependientes emocionalmente, consideran que nunca estarán a la altura de su pareja y piensan que, al quedarse solos, nunca encontrarán otra persona que los ame. Permiten que el otro los menosprecie y los desvalorice, lo que hace que se vea gravemente afectado el concepto de sí mismos y su seguridad.
Recomendaciones para tratar la dependencia emocional
Si identificas estas señales en ti, es muy importante que hagas un alto en tu vida y te encargues de tu bienestar emocional. El no hacerlo puede traer graves consecuencias como la aparición de síntomas depresivos, crisis de ansiedad, pensamientos obsesivos, alteraciones del sueño, deterioro de las relaciones sociales y el riesgo de estar en una relación violenta y tormentosa.
Trabajar en el amor propio, la seguridad y la autoconfianza es clave para romper con el patrón de la dependencia. La psicoterapia te permitirá hacer las paces con tu niño interior, resolver el apego inseguro y fortalecer tu autoestima ¡No dudes en contactarnos!