
Vinculación entre Ansiedad y Sexualidad
La ansiedad es una respuesta de la psiquis ante supuestos peligros que podrían presentarse en el futuro, En esta reacción se observan 3 componentes: el físico, en el que se presenta la hipervigilancia; el cognitivo, en el que la sensación de desprotección y abandono; y por último el afectivo que se relaciona con el temor que se siente.
La ansiedad es un estado que puede exhibir tanto hombres como mujeres, ante la probabilidad de demostrar una respuesta sexual inadecuada hacia sus parejas.
En este artículo se hará una reflexión acerca de este tema y de los elementos que intervienen.
Diferencias en la respuesta sexual entre géneros
Para entender cómo se relaciona la ansiedad con la sexualidad es importante explicar la manera en la que se produce la respuesta sexual en los distintos géneros, teniendo en cuenta que en ambos se lleva a cabo en tres fases: el deseo, la excitación y el orgasmo.
La fase del deseo en ambos sexos se lleva a cabo de forma similar, por una mirada, un roce, el olor de un perfume, una lectura de un texto provocativo, una película erótica, etc.
En el sexo masculino en la fase de excitación se ocasiona la ereción de los pesones, se engrosa y endurece el pene, se levantan los testiculos, aumenta la frecuencia cardiaca y la respiración. Mientras que en el orgasmo el ritmo cardíaco llega a su máxima aceleración induciendo a la eyaculación. Esto lleva a que durante este proceso el hombre pueda sentir ansiedad al querer mantener la erección, poder controlar la eyaculación y lograr que su pareja consiga llegar al orgasmo.
En la mujer las dos fases son bastantes diferentes, la excitación se inicia con el crecimiento y la erección de los pechos, aumenta el ritmo cardiaco y la respiración, hay un pequeño agrandamiento del clítoris y los labios de la vagina, así como la aparición de secreciones en la misma. Luego durante el orgasmo, el ritmo cardiaco y la presión sanguínea llegan a un punto máximo de aceleración, trayendo como consecuencia la contracción del ano, los músculos de la pelvis, el útero y la vagina. Entonces, la ansiedad que presentan el sexo femenino se vincula a posible dolor al momento del contacto sexual por la penetración, pensamientos relacionados con la atracción sexual hacia la pareja y problemas para llegar al orgasmo.
Estados de ansiedad y trastornos de ansiedad cómo afectan a la sexualidad
La ansiedad se puede originar como un estado, debido a una situación que se considera peligrosa relacionada al acto sexual, (dolor durante la penetración, o dificultad para mantener la erección). También se debe considerar que la persona puede tener ansiedad patológica, es decir, sufre de algún trastorno de ansiedad, por lo que podría haber una afectación de su respuesta sexual.
En el primer caso el estado de ansiedad puede actuar de dos maneras: la primera motivada por una mala experiencia en alguna de las fases de la respuesta sexual, lo que causa que se produzca la ansiedad, al pensar que se puede repetir nuevamente lo ocurrido. La segunda forma se debe a la ansiedad que puede tener un individuo debido a causas externas a la sexualidad, pero que llevan a una disminución del deseo sexual.
Por otra parte, existen indicios de que las personas que sufren trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de pánico y trastorno obsesivo-compulsivo tienen mayores probabilidades de presentar algún tipo de disfunción sexual. Por lo que muchos pacientes con estas problemáticas aplicaran estrategias para evitar las relaciones íntimas, ejemplo: acostarse tarde, llevarse trabajo a la casa, mantener a los hijos en la cama de la pareja, cuidar de otras personas en horas en que podría haber intimidad.
La mayoría de los pacientes con trastornos de ansiedad que tienen aversión al contacto genital, lo hacen por sentir asco o miedo de diferentes factores, como: los olores que se despiden, las secreciones o la sensación de penetración. Esto podría llevar a evitar cualquier tipo de manifestación de afecto hacia la pareja.
Posibles tratamientos
Es relevante que el individuo que presente algún tipo de ansiedad relacionada con la sexualidad, reconozca que este problema no es algo pasajero, sino que requiere de la intervención psicológica profesional.
Otro aspecto resaltante es que los sujetos que consultan por una disfunción sexual, pero que exhiben un trastorno de ansiedad, primero deben ser tratados por su trastorno, ya que este es el origen del problema.
Las terapias psicológicas han evidenciado buenos resultados ante la ansiedad y los problemas durante las relaciones sexuales.