
¿Alguna vez te has sentido frustrado? Estamos seguros de que tu respuesta es afirmativa, ya que todos los seres humanos, en algún punto de nuestras vidas hemos experimentado algún tipo de frustración. Generalmente, esta es consecuencia del fracaso de algún plan que hayamos tenido. A pesar de que no resulta fácil aceptar un fracaso, para los adultos es más sencillo hacerlo. Esto es gracias a la madurez emocional con la que cuenta la mayoría.
Aceptar un fracaso para los jóvenes resulta sumamente difícil, pues emocionalmente aún son inmaduros y no logran comprender que un fracaso no es el fin del mundo. En este artículo vamos a intentar explicar por qué los jóvenes tienen tan poca tolerancia al fracaso y además te daremos algunos tips para que puedas ayudar a tus hijos a superarlo.
¿Por qué a los jóvenes les cuesta tolerar el fracaso?
Esta es una pregunta que se hacen todos los padres, pues muchas veces se sienten impotentes cuando ven a sus hijos adolescentes atravesar por este tipo de situaciones. Es importante recordar que durante la adolescencia los jóvenes se encuentran sometidos a mucha presión: la necesidad de encajar en el grupo, las ganas de cumplir con las expectativas de los demás y el peso de los deberes escolares, entre otros. Debido a esto, es común que su autoestima se vea afectada. Al ocurrir esto, son incapaces de entender que los errores son parte de nuestras vidas y que están allí para enseñarnos a ser mejores personas.
Además de esto, debemos recordar que los jóvenes son impacientes por naturaleza. Esto trae como consecuencia que, cuando no ven resultados inmediatos en cualquier actividad, se frustren. Definitivamente, los jóvenes son muy propensos a frustrarse y tienen muy poca tolerancia al fracaso. Sin embargo, le corresponde a los padres educarles para que aprendan a lidiar con los fracasos o las derrotas.
¿Es posible enseñar a los jóvenes a lidiar con el fracaso?
La respuesta a esta pregunta es totalmente afirmativa. Como padres podemos guiarlos e irles enseñando que, en la vida, las cosas no siempre salen como lo esperamos. Debemos demostrarles que lo importante no es lamentarse, sino asumir la caída y levantarse para intentarlo de nuevo. A continuación, te damos algunos tips que son de gran utilidad para que los adolescentes aprendan a enfrentar el fracaso:
Enséñales el arte de ser paciente
La paciencia es una virtud que todos debemos aprender en algún punto de nuestras vidas. En el caso de los jóvenes, es importante enseñarles que las cosas buenas tardan en llegar, pero siempre lo hacen y que si se desea obtener buenos resultados, es importante ser paciente y hacer las cosas bien.
Enséñales que ninguna caída tiene que ser el fin del mundo
Sí, debido a la intensidad con la que nuestros jóvenes viven la vida, tienden a pensar que cualquier fracaso o revés significa el fin del mundo, una derrota total. Es necesario enseñarles que nada puede ser tan malo o tan terrible. Como padres debemos inculcarles la idea de que las cosas pueden mejorar, siempre y cuando se sea constante y perseverante para lograr un objetivo.
No tenemos el poder de cambiarlo todo
Esto es algo que debemos enseñarle a nuestros hijos desde niños. Lamentablemente, hay cosas que por más que queramos, no podemos cambiar. Ahora bien, es importante explicarles y hacerles entender que hay cosas que se escapan de nuestro control, como por ejemplo la reacción de otras personas, sus sentimientos y su forma de ser. Así mismo, es importante enseñarles que no está en nuestras manos controlarlo todo y que eso está bien. La vida está llena de incertidumbre y esto no tiene por qué ser fuente de angustia y ansiedad para nadie.
Incúlcales la importancia de plantearse metas a corto, medio y largo plazo
Es de vital importancia que los jóvenes entiendan y comprendan lo importante que es plantearse metas reales que puedan llevar a cabo en un período de tiempo determinado. Pueden tener metas a corto plazo, como por ejemplo entregar un trabajo escolar, así como también metas a medio y largo plazo. Hazles comprender que fallar en alguna de las metas que se ha planteado no significa que todos sus planes fracasen.
Demuéstrales el valor del esfuerzo por lograr sus objetivos
Lamentablemente, en la actualidad, muchos jóvenes no comprenden lo importante que es esforzarse para lograr una meta. Es por esto que, son presa fácil de la frustración. Es muy importante que desde pequeños entiendan que para alcanzar algún objetivo o meta deben poner todo su esfuerzo y enfoque en ello. Deben valorar el proceso, más allá del resultado. De esta manera, si no obtienen los resultados esperados, no se sentirán frustrados, pues comprenderán que han hecho todo lo posible por alcanzarlo.
Realmente, los jóvenes hoy en día tienen muy poca tolerancia al fracaso y tienden a frustrarse. Sin embargo, eso es producto de la crianza y de los valores que se les inculca. Por supuesto, cuando nos hacemos padres, nuestros hijos no vienen con un manual bajo el brazo. Sin embargo, es posible educarlos correctamente para que puedan hacer frente a las diferentes vicisitudes que se les van a presentar en la vida y, más allá de frustrarse, entiendan que lo que deben hacer es ser constantes y perseverar hasta alcanzar sus metas.