
No hace mucho tiempo, los padres se preocupaban más por lo que sus hijos estaban viendo en internet, con la esperanza de que no tropezaran accidentalmente con un sitio web inapropiado o se involucraran en chats en línea con adultos que se hacen pasar por niños. Con el advenimiento de los controles parentales que bloquean los sitios web inapropiados, más padres están preocupados por cuánto tiempo pasan sus hijos en internet, que por el contenido.
Quizás lo más importante es que muchos padres dicen que demasiado tiempo en el ordenador significa menos tiempo para que un niño lea un libro, juegue al aire libre o se divierta en juegos imaginativos con amigos.
Los niños de tan solo dos años ya saben manejar este equipo, y la mayoría de las escuelas primarias los alientan a aprender a usarlo desde la edad de recepción. En un estudio ampliamente divulgado, los niños que están en esta pantalla, u otros medios electrónicos, como Nintendo e iPads, durante más de cuatro horas al día tienden a tener sobrepeso.
En otro estudio de 1,000 niños de 10 años, realizado por la Universidad de Bristol, se descubrió que más de dos horas diarias de pantalla, ya sea por teléfono o por el ordenador, podrían provocar «dificultades psicológicas» en el niño.
Y un tercer estudio indica que aquellos que juegan durante mucho tiempo se arriesgan a sufrir tendinitis, depresión, fluctuación en el estado de ánimo y un mal rendimiento académico.
Consejos
Si tu hijo no puede vivir sin el ordenador, puede que sea hora de que tomes medidas. Estos consejos pueden ayudar:
Cuando se usa correctamente este equipo, puede convertirse en una herramienta educativa importante para niños. Los juegos educativos no solo ayudan a los niños a abrirse al mundo que los rodea, sino que también les enseñan habilidades tecnológicas que podrían ser importantes para su futuro. Sin embargo, la clave está en que el uso que hagan de internet sea moderado.
Conoces a tu hijo, y te conoces a ti mismo. Tener reglas estrictas en su uso, como limitar el tiempo recreativo solo al fin de semana y prohibirlos en las habitaciones, puede causar indignación en tus hijos. Pero a largo plazo, sin duda, les estás haciendo un inmenso favor.